Desde que la semana pasada el presidente Gabriel Boric presentó su política nacional del litio, la propuesta ha sido observada con atención, tanto dentro como fuera de las fronteras de Chile. Pero el anhelo de que el Estado chileno tome en control de una industria considerada estratégica para el desarrollo tecnológico, generó diversas reacciones. Aquí, las claves para entender lo que está en juego.Seguir leyendo