escucharescucharLos Pumas terminaron la temporada internacional 2022 con el mismo resultado con que el que culminaron en 2021: derrotados por un amplio margen. Sin embargo, la foto no es la misma. El equipo, idéntico prácticamente al de ahora en cuanto a nombres, que resultó apabullado por Irlanda el año pasado en Dublin, tuvo esa tarde un episodio más, quizá el más duro, de un trayecto que venía complicado y sin propuestas alicientes a futuro. El que perdió el sábado ante Escocia en Edimburgo, aun pese a la vuelta de la indisciplina que lo llevó a estar durante 10 minutos con tres jugadores menos y a otros errores que costaron caro, sufrió un tropiezo, inquietante por cierto, pero dentro de un año en el que ofreció varios puntos altos en el juego, victorias trascendentes –de visitantes a los All Blacks y a Inglaterra, de locales a los Wallabies y a Escocia- y una esperanza que está abierta de cara a la Copa del Mundo 2023.Sin estridencias, el seleccionado argentino mostró algunos progresos en la obtención –sobre todo el line-, en ataque –hubo voluntad de progresar con la pelota- y en defensa –con mejor organización-, pero también se fortaleció como grupo. Michael Cheika hizo una amplia convocatoria para las distintas etapas que abarcaron los 12 tests del año. En total, jugaron 42 jugadores de los 49 que fueron citados. Un buen número para este proceso de prueba rumbo al Mundial. Sólo cinco estuvieron en todos los partidos (González, Kremer, Santiago Carreras, Moroni y Boffelli) y los que nunca formaron parte de los 23 fueron Ignacio Calles, Rodrigo Martínez, Franco Molina, Martín Bogado, Lucas Mensa, Santiago Mare y Joaquín Oviedo. En tanto, debutaron Tomás Albornoz, Pedro Rubiolo y Eliseo Morales. En esta lista falta Santiago Chocobares, lesionado cuando fue el primer llamado del ciclo Cheika. O sea, que al menos hoy los Pumas tienen 50 jugadores en el radar para dentro de 10 meses armar la lista que irá a Francia.El australiano Michael Cheika dispuso una amplia convocatoria de jugadores para tener en cuenta de cara al MundialADRIAN DENNIS – AFPEn ese contexto, hay sectores del equipo en el que sobran variantes (la tercera línea, los tres del fondo) y en otros en los que no (la pareja de medios y los centros). Pero más allá de los nombres, los Pumas no encuentran elementos indispensables para el primer nivel internacional. La disciplina y la regularidad siguen estando en la oficina de objetos perdidos. El seleccionado no termina de hilvanar dos o tres actuaciones consecutivas convincentes (no sólo de triunfos) y en el rubro de los penales fue el segundo peor del año (después de los caóticos Wallabies) con un promedio superior a los 12 por partido. Un número altísimo. Hubo mejoras en los tests con Inglaterra y Gales, pero la indisciplina se disparó otra vez en Murrayfield, con varios jugadores descontrolados.Matías Orlando es tackleado en el choque contra Escocia en EdimburgoANDY BUCHANAN – AFPVolvamos al test del sábado pasado. A pesar de la goleada (52-29) y de las 4 tarjetas, los Pumas dieron batalla, anotaron un try con 3 jugadores menos y dio toda la impresión de que si la roja a Kremer era una amarilla, otra podría haber sido la historia. No es una excusa. Es tratar de analizar que aun así, la cara fue muy distinta a la del último partido del año pasado.Lo mejor de Argentina y Escocia en MurrayfieldA diferencia de los europeos, que tendrán el 6 Naciones y tests de prueba entre ellos en julio, a los Pumas y sus socios del Sur sólo le quedan de aquí al Mundial cuatro partidos. Los del Rugby Championship acotado. La Argentina recibirá después de cuatro años a los All Blacks, el 8 de julio. El 15 y el 29 será visitante con a Australia y Sudáfrica, respectivamente, y el 5 de agosto jugará de local con los Springboks.La serie de noviembre, que finalizará el sábado con otro partidazo, Inglaterra-Sudáfrica, el revival de la final de 2019, tuvo bien alto a Francia e Irlanda, que acarrean una gran racha ganadora. El resto transitó, como los Pumas, por la irregularidad. Volvieron las críticas a los arbitrajes, al reglamento, al poco tiempo neto que hay de juego y a las interminables consultas al TMO. Quizá la nota haya sido Italia, que ya viene dando avisos con sus juveniles. Es un soplo de frescura. Al fin está buscando en su propia identidad antes que en su billetera de importación.Jorge BúsicoTemasUna mirada del rugbyLos PumasMichael CheikaGira de Los PumasConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Una mirada del rugby”Inglaterra ya no es lo que era”. Rumbo al Mundial 2023: la crisis del subcampeón y qué tiene Japón para complicar a los Pumas¿Habrá más cambios? Un escenario bien movido: por qué el rugby de Buenos Aires vive una inusual agitaciónEl futuro del rugby. Preocupación: “Si nos quedamos donde estamos, el juego va a morir”
