En los últimos años, se ha acuñado la categoría “periodismo militante” para referirse a un sector de la prensa que en busca de mejorar la posición de un partido político, inventa o tergiversa hechos para presentar una realidad a su medida.
Sin embargo, este fenómeno no es nuevo. Horacio Verbitsky es uno de los periodistas que, según el libro “El doble agente” de Levinas, ha tenido este rol en la política argentina durante mucho tiempo siendo colaborador intelectual tanto de la última dictadura militar como del kirchnerismo. Anteriormente, recuerda Levinas, Verbitsky -a quien llaman El Perro por su carácter gruñón- ha tenido un paso relevante por la guerrilla peronista Montoneros.
Durante la democracia fue cuando comenzó a convertirse en una figura pública, y sus opiniones se utilizaron para hundir o levantar personajes políticos. Durante la época menemista, hacía constantes denuncias de corrupción y de connivencia entre jueces y gobierno. Ejemplo de esto es la famosa frase “Robo para la corona” que se le atribuye al empresario José Luis Manzano, atribuyéndole responsabilidad en supuestos hechos de corrupción. La frase trascendió por su relevancia pero nunca pudo probarse su verdad.
La efímera presidencia de Adolfo Rodríguez Saá fue “una semana de gloria” para Verbitsky: fue escuchado por el “Adolfo”, al punto que logró colocar en su gobierno a Jorge Taiana, como secretario de Derechos Humanos, y a Teresa González Fernández -por entonces esposa de Felipe Solá-, en Cultura y Comunicación. Ya en el kirchnerismo, fue un asesor clave de Néstor y Cristina.