Por Pedro Fonseca y Ricardo BritoRío de janeiro/brasilia, 6 ene (reuters) – los brasileños
con síntomas de covid-19 se han enfrentado a largas filas en los
centros de salud en busca de pruebas de coronavirus, mientras
los reportes de personas con sospecha de la enfermedad han
vuelto a dominar las conversaciones en el país, pero un “apagón
de datos” del gobierno federal no ha reflejado el progreso real
de la variante ómicron, advirtieron los expertos.Sin una política eficiente de testeo masivo desde el inicio
de la pandemia, Brasil se encuentra ahora en una situación aún
más complicada de escasez de pruebas por la alta capacidad de
transmisión de ómicron, la nueva variante del coronavirus que ha
llevado a varios países del mundo a batir récords de nuevos
casos de COVID-19.Además de la falta de pruebas, los sistemas de información
del Ministerio de Salud son inestables desde que el 10 de
diciembre fue objeto de un ataque de hackers, lo que ha
dificultado el registro de nuevos casos por parte de los
departamentos de salud estatales.”El sistema de registro general es malo desde el principio y
empeoró con el ataque de los hackers, por lo que estamos
realmente sumergidos”, dijo el médico salubrista Gonzalo Vecina
Neto, expresidente de la Agencia Nacional de Vigilancia
Sanitaria (Anvisa) y profesor de la Escuela de Salud Pública de
la USP. “Estamos a oscuras”.A pesar de ser el tercer país del mundo con más casos y más
muertes por COVID-19, Brasil es el lugar de Sudamérica que menos
hace pruebas a sus ciudadanos para detectar la enfermedad, según
los datos recopilados por el sitio web Our World in Data,
excluyendo a Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, que
no divulgan sus cifras.En una media de los últimos siete días, el país realizó 0,23
pruebas de la enfermedad por cada 1.000 personas. En
comparación, Argentina aplicó 2,15 pruebas por cada 1.000
personas y Uruguay, el primer país de la región, realizó 3,88
pruebas por cada 1.000 habitantes.La dificultad de encontrar una prueba en la red pública
lleva a muchos brasileños a buscarla en las farmacias, pero la
demanda se disparó tras la llegada del nuevo año y muchos
lugares se quedaron sin existencias, ya que la demanda era baja
hasta entonces por la reducción del número de casos en los meses
anteriores con el avance de la vacunación.Como los síntomas de ómicron son más leves, en la mayoría de
los casos, muchas personas mejoran incluso antes de someterse a
las pruebas y al aislamiento necesario, según los expertos.”Este movimiento que está teniendo la gente al final del año
sin una política de educación sanitaria complica aún más la
situación. Lo más probable es que veamos un aumento en el número
de casos ahora a principios de año”, dijo el investigador de
salud pública Diego Xavier, de la Fundación Oswaldo Cruz
(Fiocruz).Al ser consultado por el impacto del ataque de hackers en la
vigilancia de la pandemia, el Ministerio de Salud no respondió.
A finales de diciembre, el ministro Marcelo Queiroga negó que la
cartera haya quedado a oscuras, asegurando que los datos son
recibidos por el ministerio, sólo que no eran públicos.
(Reporte adicional de Eduardo Simões en São Paulo; editado en
español por Benjamín Mejías Valencia)ReutersSeguí leyendoCuatro identidades falsas, una novia engañada y una fuga de película: la historia de Martín “Banana” EspiasseVerano 2022: cinco escapadas “acá nomás” para disfrutar del campo cerca de Buenos AiresUn padre del que nunca habla y una novia secreta: la otra cara de un famoso que marcó a generacionesConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasNotas servicios